El Enfoque
Adaptación basada en ecosistemas para aumentar la resiliencia frente al cambio climático
**La AbE integra la adaptación al cambio climático con el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad, creando sinergias entre el bienestar humano y la salud ecológica. **
La Adaptación Basada en Ecosistemas (AbE) ha surgido como una estrategia prometedora que utiliza los mecanismos naturales de protección de los ecosistemas y los servicios que ofrecen para permitir que las comunidades rurales vulnerables se adapten a los efectos adversos del cambio climático. Al apoyar el compromiso local y el intercambio de conocimientos, la AbE se convierte en un proceso participativo que refuerza la resiliencia al tiempo que preserva las prácticas tradicionales y los lazos culturales con la tierra. Al mismo tiempo, el enfoque AbE permite conservar y restaurar los ecosistemas naturales y la biodiversidad, por ejemplo, los paisajes forestales y las especies silvestres que viven en hábitats específicos.
El enfoque AbE está centrado en las personas (antropocéntrico), lo que significa que un objetivo clave es ayudar a las comunidades a reforzar sus medios de vida agrícolas y sus beneficios económicos, que dependen directa o indirectamente de múltiples servicios ecosistémicos. Transformando y adaptando sus sistemas de producción a las cambiantes condiciones climáticas, y conservando y restaurando los servicios ecosistémicos de los que dependen, las comunidades pueden aumentar su resiliencia climática.
Los 5 objetivos clave del proyecto CCR:
Desarrollo de soluciones AbE
Fortalecimiento de las organizaciones locales y la sociedad civil
Agricultura climáticamente inteligente
Integración de la AbE en las estrategias nacionales
Gestión integrada del agua
Algunas de nuestras medidas AbE son:
Gestión sostenible de la tierra:
Sistemas silvopastorales y agroforestales
Control de la erosión:
Construcción de barreras vegetales e implantación de estructuras de control de la erosión
Reforestación con especies arbóreas nativas
Conservación del suelo:
Aplicación de prácticas como el cultivo de cobertura o el acolchado
Agricultura sostenible:
Fomento de la agrobiodiversidad, la rotación de cultivos, los injertos de árboles y la gestión integrada de plagas.
Estrategias de gestión de incendios:
Implantación de "cortafuegos" en las zonas recién reforestadas
Seguridad alimentaria:
Huertos familiares y apicultura
Reforestación sostenible:
Fomento de la regeneración natural y de prácticas sostenibles de explotación forestal
Gestión integrada del agua:
Mejorar el suministro de agua mediante infraestructuras grises y verdes
Los sistemas agroforestales promueven el cultivo simultáneo de cosechas y árboles en la misma tierra. Al combinar la agricultura con la plantación de árboles, mejoran la fertilidad del suelo, la retención de agua y la biodiversidad. Las raíces de los árboles fijan el suelo, reducen la erosión y mejoran la infiltración del agua, mitigando eficazmente los riesgos de fenómenos meteorológicos extremos como lluvias torrenciales e inundaciones. Además, la agrosilvicultura diversifica el rendimiento de los cultivos, garantizando la seguridad alimentaria incluso en medio de incertidumbres climáticas. El acolchado permite que la materia orgánica natural se descomponga como capa protectora del suelo. Esto reduce la erosión del suelo y aumenta la retención de humedad.
La restauración forestal revitaliza las tierras degradadas y protege contra los efectos del cambio climático. La restauración forestal mejora la fertilidad del suelo, ya que los árboles enriquecen el suelo con nutrientes, mejorando el crecimiento y el rendimiento de los cultivos, y retienen el agua de lluvia, reduciendo la erosión y garantizando un suministro constante de agua para los cultivos. Al reforestar zonas degradadas, también establecemos sumideros de carbono que absorben el CO2 atmosférico, mitigando los efectos del calentamiento global. Estos bosques restaurados también albergan flora y fauna diversas, conservando la biodiversidad y apoyando servicios ecosistémicos como la polinización y la dispersión de semillas.
Wendy Jaquez, participante en el proyecto, República Dominicana
Hemos aprendido que, si no tratamos al bosque como nuestro enemigo, sino que lo gestionamos bien, tendremos mayor biodiversidad y suelos más fértiles. Esto también contribuye a una seguridad alimentaria más estable. Antes sólo podíamos cosechar una vez al año. Ahora, gracias a nuestros nuevos huertos caseros, tenemos lechugas, cebollas, acelgas, pimientos y coles todo el año.
Género
El proyecto aplica un enfoque sensible al género en todas las actividades. Integrar el género en la AbE es vital para la equidad y la eficacia. El género determina la forma en que las comunidades interactúan con su entorno y responden al cambio climático. Si se tienen en cuenta las necesidades, los conocimientos y los papeles específicos de las mujeres, los hombres y los grupos en situación de vulnerabilidad, las iniciativas de AbE pueden ser más pertinentes e impactantes desde el punto de vista contextual. Esta integración pretende garantizar un acceso equitativo a los recursos y a la toma de decisiones, haciendo que los esfuerzos de adaptación sean más inclusivos y resilientes.
Un enfoque multinivel: El proyecto CCR trabaja a nivel local, nacional y regional, con el objetivo de implicar a las partes interesadas en la integración de la AbE en las políticas públicas.
La incorporación de la AbE en los marcos políticos y de planificación es esencial para su aplicación efectiva. Los gobiernos y los responsables de la toma de decisiones deben reconocer el valor de las soluciones basadas en la naturaleza e integrar las estrategias de AbE en los planes de acción climática. La financiación adecuada y el apoyo a la investigación y el desarrollo de capacidades son cruciales para ampliar y reproducir los proyectos de AbE que hayan tenido éxito en diferentes regiones.
Sostenibilidad a largo plazo
La base del proyecto de CCR es una sólida comprensión contextual de la situación medioambiental y socioeconómica, incluido el análisis de las necesidades, vulnerabilidades, capacidades y riesgos. Las medidas de AbE adecuadas se identifican mediante análisis iniciales del contexto y la vulnerabilidad en cada región del proyecto, seguidos de la formulación de planes estratégicos de AbE que se integrarán en los planes de acción de los gobiernos locales. Se desarrollan modelos de réplica de los planes AbE, que facilitan a otras partes interesadas replicar el enfoque del proyecto, así como solicitar financiación futura para aplicar medidas de adaptación climática, protección de la biodiversidad y AbE.
El proyecto pone de relieve las sinergias entre los diferentes paradigmas de conservación de la biodiversidad, resiliencia de los medios de subsistencia y prácticas agrícolas adaptadas para la adaptación al cambio climático y hace hincapié en la necesidad de sinergias regionales y enfoques sistémicos.
El proyecto colabora con instituciones de investigación científica para ajustar sus intervenciones a análisis científicos más profundos, por ejemplo sobre biodiversidad o salud de los ecosistemas. Se apoya a los socios para que establezcan cooperaciones de investigación, apoyen las actividades del proyecto (como formaciones o estudios) pero también para que integren aspectos de AbE y cambio climático en los planes de estudio de las instituciones de formación, de modo que los nuevos técnicos puedan promover la AbE tras finalizar sus estudios y aumentar así el impacto del proyecto.
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